Es hora de historieta!

Era una suave tarde de domingo, Kike, miró por la ventana y vio como una suave brisa golpeaba los mustios arboles del bulevar.
Vale, me dejo de gilipolleces jajaja, esta tarde he decidido ir a volar el dron, ya que había un vientecillo suave y se estaba bien. Me he cogido dos baterías, he enchufado una y lo he elevado un poco para ir sobrevolando el bulevar hasta un descampado que hay a pocos metros. Sin quererlo ni buscarlo, ha empezado a soplar viento como si no hubiera un mañana y lo ha dirigido hasta una parcela de chalets adosados de los cuales os dejo una foto.
Por el miedo que tenía de chocarlo lo he elevado más y más para evitar choques, rotura de los motores etc, pero el viento no me ha ayudado y se lo ha llevado tras los chalés. Corriendo cual loco por su juguetito perdí de vista al dron. Lo unico que pensé fue en que el viento se lo hubiese llevado al país de Nunca Jamás. Buscando y buscando wifi, con la esperanza de ver ese punto de acceso con la palabra drone lo único que conseguí fue perder más la cabeza y bajo mis últimos esfuerzos, y subirme a un banco a ver si lo veía, comencé a creer en un dios dron, ahí estaba, a metro y medio del suelo a unos cien metros de mi, en la parcela de la comunidad vecina. Feliz como un regaliz, salté el muro (dos metritos) y volví con una sonrisa de oreja a oreja a casa con él.

Moraleja, si no quieres incidentes catastróficos, no volar con viento. Puedes no tener la misma suerte que yo